La razón se despidió con rapidez. El corazón lo hizo lentamente.
Algunas noches despierto sofocada, dispersa. No distingo arriba y abajo, pasado y presente.
A veces me cuesta respirar.
Y hay días en los cuales cualquier piel podría ser la tuya.. Cálida junto a la mía.
No se que necesito. Es como una decisión definitiva que se reduce a dos opciones.
Y ninguna parece lo suficientemente buena.
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