Me destruyo en cada respiro. Y cuando nadie me ve tiemblo, incansable. No confesaré, no ahora, no aquí. ¿Quién soy yo, mas que ilusa y torpe? Y me volveré a reir de mí, cuando ustedes me observen de reojo. Porque la gente suele no poner la vista sobre mí. Solo me miran de paso. Y no escuchan. Oyen de lejos. Como un zumbido. Eso soy. Por fin lo descubro. Un zumbido molesto, que lastima las orejas. O una hormiga pequeña. Algo por el estilo. Me dejo llevar, no me atrapan y me voy. Es así. Y en estos momentos estoy perdida. ¿Estoy perdida? ¿Quién lo podría saber? Si nadie lo sabe. Nadie lo ve. Nadie presta atención a los demás. Me empiezo a hartar, realmente. Me empiezo a enojar. Y el odio duele dentro de mí. Es así. En estos momentos siendo un profundo odio. ¿Que odio? Todo. Odio, odio, odio! Y otra vez me destruyo y tiemblo en cada respiro. Me río de mí, y ustedes me ven. Y cuando me calmo ya se han ido. Y es así, como siempre lo fue. Y siempre fui la misma persona. La que banca cada cosa. La que escucha, y escucha en serio, pero se calla todo. Y ahora quiero explotar!!!! Quiero decirlo absolutamente todo. Quiero gritarlo. Decirle a todos lo que soy. Lo que me pasa, lo que pienso cuando no puedo dormir. Lo que pasa por mi cabeza corrompida. Lo que silencié con mis risas falsas. Eso quiero, eso siempre quise. Pero soy tan cobarde que nunca lo voy a poder hacer.
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