
No le llores a mi corazón, no más; (oírte ya no quiere). Me consumió la rabia, terminó por cegarme el dolor. Hoy te preguntarás como vivo sin tu presencia molesta a mi al rededor. Y yo te respondería: - Bien. Muy bien. Excelentemente. - Muy cierto, casi del todo. Pero queda en mi un rastro de disconformidad. Quizás una voz que me calla cuando estoy feliz. Algo que me dice, 'acordate de el, todavía no te deja del todo. Todavía está rondándote, buscándote por la calle, queriendo hacerte reir. Tal vez quiere que olvides tu pena.' Pero el no sabe que mi pena es el mismo. Y si lo supiera, se sentiría mal por un rato. [Probablemente lo olvidaría a los 5' minutos, muy a su enfermedad.]
Así vivo queriendo olvidarlo.
Vivo como queriendo ser un pájaro, para volar lejos de lo que alguna vez me hizo mal.
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