
No se que me pasa cuando baja el sol. Se siente tan raro el aire, como lento y espeso, el tiempo se acorta mas y mas. ¿Y la luz? Que se yo. Una espera tantas horas este momento, y termina estancándose en las sábanas sin poder dormir. Girando. Respirando entrecortado.
Las decisiones que tuve que tomar ya no abandonan mi mente, las palabras que dije me golpean el interior de la cabeza. Y así son las 3, y yo sigo despierta. Si, despierta. Escuchando:
"No, te podés ir, para siempre."
Unas finas lineas blancas estan dibujadas en la pared, y me pregunto de que serán. Claro. La luna colándose por la persiana. Y me da frío en esta noche de verano. El instinto me obliga a cerrar los ojos. Estoy bien, estoy a salvo cuando estoy ciega. Porque nada llega nunca a tocarme.
Pero no, no, no. Los recuerdos del día de hoy me estan atormentando, lentamente me castigan. ¿Fuí tan cruel? ¿Algún día volveré a dormir en paz? Y la tarde se convierte en madrugada.
Horas de ver el techo, contar los segundos, relajar cada músculo de mi cuerpo: lo he intentado todo. Lloré, rogué a un Dios en el cual no creo, hasta incluso pedí por favor. Quiero descansar mi mente de este suplicio, quiero cerrar los ojos y poder tener la mente en blanco.
Preocupaciones.
Tuve un día muy largo, empezando por el principio. Despierta desde las 6. Mañana en el banco, almuerzo apurado. 5 colectivos, un subte, y 7 cuadras en total. Me senté por primera vez, a las 4 de la tarde, cuando ella me invitó a tomar un café. Ya la camisa se me pegaba a la piel, ya el peinado estaba deshecho y el maquillaje corrido. Ya odiaba el calor.
Discutimos. Porque ella no sabe hacer nada bien. Pero quiere regresar a mi vida.
"No, te podés ir, para siempre."
No volveré a verla. O eso creí. Porque se vé que no voy a dormirme nunca mas, y su cara rondará en mi vigilia de por vida.
Esto se llama culpa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario