Hoy quise tenerte solo para mí. Me arrebataron tus abrazos cuando pestañé, y simplemente comenzé a extrañarte. Una. Dos. Tres veces. Y más. Mas lentos pasaban los segundos, mientras que tus manos se alejaban y yo me perdía en el olvido. Volví a la realidad en cuanto me senté y pensé en vos. Ya no estabas, pero volverías, y la vida sería un poquito mas brillante. Está bueno no tenerte cada tanto, porque me hace quererte mas cuando te veo. Aún así, la espera se hace insportable, y tenerte es lo mas lindo.
Estoy débil, estoy blanca. Estoy distinta cuando te sonrío. Estoy. Y eso es mas que suficiente!