No tengo alternativa. Cuando es de noche, recreo imágenes en mi cabeza. Ya no te veo tan claro. Ya tus ojos no tienen el color entre verde, cielo y agua. Ya tu piel no es la misma. Ya tu voz no me llama, ya tu voz no la escucho.
Cuando recreo imágenes en mi cabeza, casi no sos vos. Estas lejano, inconcluso. Y no me queda otra opción que verte de lejos, porque cuando te imagino (porque siempre te imagino), sos inalcanzable. Ya tu caminar no es lento, junto al mío. Y te pierdo con tanta facilidad.
No, no puedo hacer otra cosa mas que verte entre sueños. Las persianas siguen bajas, yo, sigo temblando bajo las sábanas. Siento que estoy delirando. Me asfixio, no respiro. Tu imagen se acerca mas y mas.
Esta vez es tan claro que me asusta. El contacto es verdadero, no es producto de mi imaginación febril. Tiene que estar pasando, tengo que tener tus dedos entre los mios, y tu voz hablándome al oído.
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