16.11.11

La madera crujió una vez mas. Sus manos pequeñas recorrieron con curiosidad el suelo de la habitación, palpando en busca de algo que ni siquiera sabía si existía. Entonces un dedo se trabó entre dos maderas, ya que habia una pequeña abertura. Clavó las uñas, hizo fuerza con ambas manos, sintiendo como una gota de transpiración recorría su espalda. Nada. Entonces hizo palanca con una tabla angosta, que aunque se curvó furiosa, como quejándose por el uso que le estaban dando, logró levantar la madera del piso que tan pegada estaba. Un espacio oscuro y profundo se abrió ante sus ojos. Tan oscuro y tan profundo que le llamó la atención. Pero el hueco era demasiado pequeño. Entonces, on el mismo método fue despegando mas y mas tablas del piso hasta abrir un cuadrado de casi 50 centímetros de lado. Al fondo del pasadizo brillaba una lucecita blanca, titilante y llamativa. Estiró el brazo para alcanzarla y con un suspiro cayó por el agujero.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que aunque se curvó furiosa, como quejándose por el uso que le estaban dando,

corazón delator? cuánto hay de existencialismo en caer por un agujero?

si usás algunas frases y armás una idea más abstracta en una historia más concreta, va a quedar bueno