11.4.15

Esta vez hablo desde mí y para mí.
Porque hoy por una simple negación se me cayó el mundo encima.
Estoy cansada. Mejor dicho, agotada, de luchar contra mi misma. Hoy me desasocié de mi cuerpo y me vi parada en la estación Scalabrini Ortiz, llorando como una nena. No se que es lo que me está pasando. Ya no es solo un sentimiento de incomodidad, es desprecio puro. No me gusto mas. Quiero cambiar ya mismo. Quiero refrescarme un poco y salir del pozo en el que yo misma me metí.
No me gusta mi vida así.
Creo que hasta dejaría la carrera por un tiempo, para pensar en si realmente quiero seguir estudiando.
Comencé a plantearme algunas cosas, como el hecho de que podría empezar una terapia, o cambiar de trabajo. Caí en la cuenta de que estoy haciendo las cosas casi que por inercia, como si una ola me estuviese arrastrando y me llevase todos los días de mi casa al trabajo, del trabajo a la facultad, y de ahí de vuelta a casa.
Hasta pensé seriamente en tal vez ahorrar unos pesos y mandar todo a la mierda.
¿Quién sabe? Tal vez en un año estoy viviendo en otro país, o algo por el estilo.

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