Hace mucho que estoy en un estado de duermevela, inconclusa, adormecida. Hace meses que siento como si estuviese pálida, enferma, tal vez dentro de un mono-ambiente a persiana baja, puertas cerradas, televisor prendido en un zumbido insoportable, camas deshechas y heladera vacía.
A veces tengo ataques de ansiedad, como si una presencia oscura me corrompiera por dentro. A veces no duermo, no respiro por casi un minuto, pensando en la tristeza de una existencia vacía de amor, de amistad, de positivismo.
Hay momentos en mi vida en los que siento que estoy dormida, caminando sonámbula viviendo mis días, casi flotando, casi etérea. O tal vez deambulando por las noches en mis sueños, y despertando siempre cansada, como si no hubiese dormido nada. Esos días se hacen largos, tediosos, de chicle. Insoportables, adormecidos. En duermevela inconclusa espiralada hasta el mas allá.
Soy una de las tantas, soy otra persona mas en el mundo. Por las noches pienso en vidas tristes, en heladeras vacías y ambientes llenos de humedad. Y me pregunto, a veces, mientras camino por la calle en estado de sonambulismo, no estoy sola en esto, ¿no?
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