2.2.09

Entrada número 301

Salida por el barrio, caminata al sol (me quema la piel, me duele la mirada). Con caramelos en una mano y una botella de coca cola light en la otra, ando buscando una inspiración repentina. ¡Que gracioso! ¿Cómo es que no tengo nada para escribir, cuando ultimamente lo tengo todo?
Pero aún así nada interesante sale de mis dedos, y el teclado empieza a sufrir. Le molestan mis golpes furiosos y se empieza a quejar. ¿Porque no usás un cuaderno?
Mi frustración desemboca en cosas que no quiero recordar, en temas olvidados (o eso creo yo). Y así es como me frustro mas aún, porque el miedo que trae la monotonía empieza a sacudirme el corazón. Y así es como la imagen de una pesadilla se me pega a los ojos, como una cortina, dejándome ciega al mundo. No veo nada mas, solo sus ojos desorbitados. Una imagen en tonos sepia, como si fuese tan vieja..
Aún no entiende mi cerebro que la tristeza otra vez me impregnó de su mirada. Y todavía se resiste el corazón. Tacha su nombre de la lista gritando desquisiado, ¡Porque no te vas a la mierda!
Mierda, eso es. ja ja ja. Ahora el miedo se va, porque se da cuenta que no el sirve de nada. En mi cabeza el pánico es natural, el es poca cosa. Pero las cosas se renuevan. Ahora tengo calor de nuevo, y estoy diciendo incoherencias.
Y tengo antojo de café - ¿Dónde estarán?

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